Texto y fotos: César Wesche
En el marco del 42 Aniversario del Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa se llevó a cabo la presentación de una obra llena de magia y creatividad titulada Larva.
Misma que el manejo escénico y dancístico llevaron al público a un mundo sin igual, el cual plasmó o se pudo observar vivencias y dramas desde el comienzo de la vida.
Esta obra nace de la creatividad de grandes maestros y maestras de la danza quienes interpretaron a El niño Larva (Adriana Estrada) quien nace mientras rompe la membrana de una crisálida. Sus movimientos corporales eran sutiles y armoniosos, hasta que su madre Titi (Jazmín Zea) y su padre Lucio (Priscila Fernández) le colocaron una máscara y una boina, elementos que determinaron su personalidad.
La obra Larva, es una creación colectiva, realizada bajo la dirección de Joan Alexis Robles, esta es el resultado de un taller de máscaras que impartió Robles, como parte de la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), en la categoría de creadores escénicos con trayectoria, el cual se dividió en seis meses dedicados a la formación y seis meses a la creación del montaje.
Cabe destacar que se busco brindar a los participantes una técnica del uso de la máscara, entre las actrices y actores se encuentran: Adriana Estrada (Niño y Adulto Larva), Jazmín Zea (Titi), Priscila Fernández (Lucio), Karla Sarmiento (Edu), Hugo Saldaña (Rodolfito), Alfredo Espinoza (Tripio) y Héctor Camacho (Pandeada).
Larva nos recuerda que al inicio de la vida el asombro nos acompaña y se desdibuja hasta cierta etapa, y tras las experiencias que pueden ser placenteras o desagradables la brecha del asombro se va acortando, desgastando, como si el mismo mundo que nos da sentido nos lo quita.