Hablar de Vivienne Westwood es hablar de rebeldía, de arte convertido en ropa, y de una mujer que cambió las reglas del juego de la moda para siempre. Diseñadora, activista y figura icónica del siglo XX y XXI, Westwood no solo vistió cuerpos, sino que desafió conciencias y convirtió las pasarelas en escenarios de protesta y provocación.
Nacida el 8 de abril de 1941 en Derbyshire, Inglaterra, Vivienne Isabel Swire se formó como maestra antes de incursionar en el mundo del diseño. Su vida dio un giro radical cuando conoció a Malcolm McLaren, manager de los Sex Pistols, con quien abriría en 1971 una boutique en el 430 de King’s Road en Londres. Ese lugar se convertiría en la cuna del punk británico y en el epicentro de una explosión cultural que aún resuena.
La tienda cambió varias veces de nombre –»Let It Rock», «Too Fast To Live, Too Young To Die», «Sex», «Seditionaries»–, pero su esencia fue siempre la misma: desafiar el status quo. En ella nacieron los imperdibles como accesorio, las camisetas con mensajes provocadores, las faldas escocesas reimaginadas, el cuero, las cadenas y una actitud irreverente que marcó una generación.
Aunque es conocida como la madre del punk, Vivienne Westwood no se encasilló. A lo largo de las décadas, evolucionó su estilo incorporando elementos históricos, del arte y la literatura. Redefinió siluetas, rescató corsés victorianos, usó la sátira política en sus diseños y nunca dejó de experimentar. Su enfoque único convirtió su trabajo en algo más que moda: era comentario social y manifestación artística.
En 1981, debutó en la Semana de la Moda de Londres con la colección “Pirates”, marcando su entrada en el mundo de la alta costura. Desde entonces, se consolidó como una de las diseñadoras más influyentes del mundo, siempre manteniendo su espíritu subversivo.
Además de su legado como diseñadora, Vivienne Westwood fue una activista incansable. Apoyó causas medioambientales, luchó contra el cambio climático, criticó el consumismo desmedido y alzó su voz contra las injusticias sociales. Su frase “Buy less, choose well, make it last” («Compra menos, elige bien, haz que dure») se convirtió en un lema para quienes creen en una moda más ética y consciente. Utilizó sus desfiles como plataforma de denuncia, colaboró con organizaciones como Greenpeace, y nunca temió enfrentarse al poder, ya fuera con una camiseta o con un manifiesto.
Vivienne Westwood falleció el 29 de diciembre de 2022, pero su legado sigue más vivo que nunca. Su impacto en la moda, la cultura popular y el activismo sigue inspirando a diseñadores, artistas y rebeldes de todo el mundo. Su marca continúa en manos de su familia, y su visión del diseño como acto político sigue guiando a nuevas generaciones. Westwood nos enseñó que la moda puede ser un arma, una forma de expresión y una revolución. Y que incluso una prenda puede cambiar la forma en la que vemos el mundo.