Durante dos semanas cada año, las gradas de Roland Garros no solo se llenan de fanáticos del tenis, sino también de íconos de la moda, celebridades y figuras del jet set internacional que convierten al Abierto de Francia en un auténtico desfile al aire libre. En la temporada primaveral de París, el estilo fluye tanto en la pista como en las tribunas, donde los atuendos cuidadosamente seleccionados reflejan la elegancia casual y el chic francés.
Los tonos neutros, los sombreros de ala ancha, las gafas de sol vintage y los trajes ligeros de lino se imponen como tendencia entre los asistentes VIP. Firmas de lujo como Chanel, Dior y Louis Vuitton tienen presencia tanto dentro como fuera de la cancha, mientras que las zapatillas blancas combinadas con vestidos fluidos o pantalones de pinzas-marcan el equilibrio perfecto entre confort y sofisticación. La moda en Roland Garros no grita, pero sí habla con claridad.
Además de los espectadores, los propios tenistas marcan pauta con uniformes diseñados especialmente para el torneo, que mezclan innovación deportiva con guiños a la haute couture. Marcas como Nike, Adidas o Lacoste lanzan colecciones cápsula para Roland Garros, conscientes de que este torneo es una vitrina global donde el rendimiento y el estilo deben caminar de la mano.
El Abierto de Francia se ha convertido así en una experiencia sensorial completa: el aroma del café parisino, el crujido de la arcilla bajo los pies… y la constante presencia de la moda. Porque en Roland Garros, cada punto es importante, pero cada look también cuenta.