Janiyah es una madre afroamericana, soltera y trabajadora, que cruza uno de los días más devastadores de su vida. Entre el desalojo inminente, el empeoramiento de la salud de su hija, la presión de su trabajo y un sistema que la margina, cada evento la empuja más allá. Poco a poco, la tensión se acumula en una espiral que hace temblar lo cotidiano, hasta que un acto desesperado cambia el rumbo de la historia.
La extraordinaria Taraji P. Henson sostiene el filme con una actuación cruda y desgarradora. Su expresión atormentada y la forma en que hace que el dolor se sienta real son motivo de elogios universales, calificada como “brutalmente honesta y emocionalmente devastadora”
A su lado, Teyana Taylor como la detective Kay aporta una contención precisa y una empatía que contrasta con la frialdad institucional, mientras que Sherri Shepherd ofrece un contrapunto humano y solidario como amiga y trabajadora del banco. Entre ellas crean una química emocional que refuerza la intensidad de la trama.
“Harta” no solo retrata la caída de una madre al borde del abismo: hace un espejo brutal de una sociedad que juzga sin conocer. La película critica el distanciamiento social, la indiferencia institucional y la carencia de redes de apoyo. No es casual que Janiyah se vea acorralada no solo por su situación, sino por la fría desconexión humana que la rodea. Este vacío de compasión crea una atmósfera de abandono doloroso.
“Harta” es un grito contra una injusticia silenciosa: el colapso emocional que puede provocar la vulnerabilidad ignorada. Es una llamada urgente a mirarnos los unos a los otros, a detenernos para preguntar “¿cómo estás?” y ofrecer mano cuando las circunstancias arrinconan. Nos recuerda que detrás de una acción desesperada siempre hay una historia de dolor, y que la empatía puede ser un respiro tan poderoso como cualquier ayuda material.
Si estás dispuesto a enfrentarte a un realismo intenso y emocionalmente exigente, “Harta” es, sin duda, una de las pelis más impactantes que Netflix ha estrenado este año.