La nueva serie de «Mentiras» no solo retoma la trama del icónico musical, sino que también se sumerge en la estética vibrante de los años 80, recreando la moda de la época a través de un diseño de vestuario cuidadosamente elaborado. Equipo de diseño ha logrado capturar la esencia de la década, con sus volúmenes exagerados, colores llamativos y texturas diversas, transportando al espectador a un universo de glamour y nostalgia. La serie se convierte así en un desfile de moda ochentera, donde cada prenda cuenta una historia y contribuye a la construcción de los personajes.
El vestuario de cada personaje refleja su personalidad y su evolución a lo largo de la trama. Desde los atuendos sofisticados y elegantes de Daniela, hasta los looks más desenfadados y rebeldes de Dulce, cada elección es intencional y contribuye a la narrativa. Se utilizan piezas icónicas de la moda de los 80, como hombreras pronunciadas, faldas voluminosas, pantalones de talle alto, y accesorios llamativos como collares grandes, aretes imponentes y cinturones anchos. Sin embargo, el diseño no se limita a una copia fiel de la época, sino que incorpora elementos modernos que le dan una frescura y actualidad.
La paleta de colores es otro elemento fundamental en el diseño de vestuario. Se utilizan colores vibrantes y contrastantes, típicos de la década, como el rosa chicle, el azul eléctrico, el amarillo mostaza y el verde neón. Estos colores, combinados con estampados audaces y texturas variadas, crean una estética visualmente impactante y llena de energía. El uso estratégico del color también contribuye a la caracterización de los personajes, acentuando sus emociones y estados de ánimo.
En resumen, el diseño de vestuario de «Mentiras, la serie» es un elemento clave que enriquece la experiencia visual y narrativa de la producción. La cuidadosa selección de prendas, la paleta de colores Vibrantes y la combinación de elementos ochenteros con un toque moderno, crean un universo estético coherente y atractivo, que transporta al espectador a la década de los 80 sin renunciar a la contemporaneidad. El vestuario se convierte en un personaje mas, contribuyendo a la construcción de una serie visualmente rica y memorable.