«Synchronicity» no solo fue el último álbum de estudio de The Police, sino también su más ambicioso y exitoso. Lanzado el 17 de junio de 1983, el disco capturó a la banda en el punto más alto de su popularidad global y, al mismo tiempo, al borde del colapso interno. Su título hace referencia a la teoría de la sincronicidad del psicoanalista Carl Jung, concepto que inspira tanto la estructura como el contenido temático del álbum: la conexión significativa entre eventos aparentemente no relacionados.
Musicalmente, Synchronicity representa una evolución con respecto a los trabajos anteriores de The Police. Si bien mantiene rastros de su característico sonido new wave y post-punk con tintes reggae, el álbum se adentra en terrenos más oscuros, atmosféricos y conceptuales. Las canciones exploran desde la angustia existencial (“Synchronicity II”) hasta la obsesión amorosa (“Every Breath You Take”), pasando por la ciencia ficción (“Walking in Your Footsteps”) y la crítica social (“Miss Gradenko”, “Wrapped Around Your Finger”).
Uno de los logros más notables del álbum fue su equilibrio entre accesibilidad y complejidad. “Every Breath You Take”, por ejemplo, es una de las canciones más malinterpretadas de la historia: muchos la ven como un himno romántico, cuando en realidad se trata de una narración sobre vigilancia, control y celos. La producción minimalista y el ritmo hipnótico esconden la oscuridad de su mensaje.
El álbum también muestra las tensiones internas entre los miembros de la banda. Sting dominó la composición de la mayoría de los temas, relegando a Andy Summers y Stewart Copeland a un papel más periférico, lo que incrementó las fricciones que ya existían desde trabajos anteriores. De hecho, la grabación del disco —realizada en Montserrat y Quebec— fue marcada por conflictos personales y desacuerdos creativos. Aun así, esa tensión se tradujo en un disco cohesivo y visceral.
Visualmente, la portada del álbum es otro de sus elementos icónicos. Diseñada por el artista Mick Haggerty y el fotógrafo Duane Michals, presenta franjas de colores superpuestas con imágenes surrealistas de los integrantes, acentuando el carácter conceptual y fragmentado del proyecto. Cada copia de vinilo podía tener variaciones, con hasta 36 versiones distintas de la portada.
«Synchronicity» fue un fenómeno comercial. Alcanzó el número uno en las listas de Estados Unidos, Reino Unido y muchos otros países. Vendió más de ocho millones de copias solo en EE.UU. y ganó tres premios Grammy, incluyendo Mejor Interpretación de Rock por un Dúo o Grupo.
Pero más allá de los números, el disco marcó un punto de inflexión. Fue el canto del cisne de The Police como banda de estudio. Después de su gira mundial, el grupo se separó silenciosamente, con sus integrantes enfocándose en proyectos solistas, especialmente Sting, cuya carrera solista despegaría de inmediato.
A 42 años de su lanzamiento, Synchronicity sigue siendo un ejemplo brillante de cómo una banda puede capturar en un solo álbum la intensidad de sus conflictos internos, su madurez artística y el espíritu de una época. Es un testimonio de cómo el arte puede florecer en medio del caos, dejando una huella indeleble en la historia de la música.