El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas nos explica que la alimentación puede influir directamente en el metabolismo del cáncer, al privar al tumor de los nutrientes que necesita.
Además, también puede afectar otros elementos clave en el desarrollo del cáncer, como la señalización del crecimiento, el estrés oxidativo o la inmunidad del paciente, según el estudio.
Los expertos señalan que las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, elementos capaces de proteger al organismo contra el cáncer.
- Frutas y verduras: Prioriza el consumo de frutas y verduras de todos los colores, ya que son ricas en propiedades clave para proteger tus células del daño y reducir el riesgo de cáncer.
- Granos integrales: Elige pan integral, arroz integral, quinoa y otros cereales enteros en lugar de harinas refinadas. Estos conservan su fibra y nutrientes, lo que ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
- Reduce el consumo de carnes rojas y procesadas: Disminuye el consumo de res y cerdo, especialmente las carnes procesadas como salchichas, tocino y embutidos, ya que están asociadas con un mayor riesgo de cáncer de colon y otros tipos.
- Limita el alcohol: Si consumes alcohol, hazlo con moderación. El exceso de alcohol puede aumentar el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, hígado, mama y colon.
- Mantén un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad están relacionados con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer. Mantener un peso adecuado mediante una alimentación equilibrada y actividad física regular es fundamental para la prevención.