Los protectores solares con color han sido uno de los mejores inventos de la industria del cuidado de la piel y la belleza, pues lo tienen todo: protegen, emparejan el tono y algunas fórmulas también hidratan y corrigen. Ya sabemos que cuando se trata de proteger la piel de los rayos UV, el bloqueador no es negociable (y debe reaplicarse) pero también puede ayudar a facilitar tu rutina de belleza del día a día. Pues quién tiene tiempo de hacer tantos pasos de maquillaje antes de salir corriendo a la oficina.
Un buen protector solar con tinte es el producto multipropósito que deja un velo de color natural, mejora la textura de la piel y además previene arrugas, cáncer de piel y quemaduras solares. Existen diferentes fórmulas, desde cremas, polvos y líquidos y sus acabados van de lo matte a lo más luminoso. Así que dependiendo de tu tipo de piel, puedes encontrar una alternativa que te ayude a controlar el brillo, hidratar o desvanecer manchas. Lo más importante es que leas bien las etiquetas y elijas un producto con los filtros UV suficientes para proteger tu piel.
La American Academy of Dermatology explica que hay protectores solares que van de los 15 SPF en adelante, pero el mínimo recomendado es 30 SPF. “Que bloquean el 97 % de los rayos UVB del sol”, explican en su sitio web. “Los FPS más altos bloquean ligeramente más los rayos UVB del sol, pero ningún protector solar puede bloquearlos al 100 %”. Aunque algunos humectantes y bases de maquillaje pueden tener SPF, esto no sustituye a un bloqueador como tal. También hay que recordar que los dermatólogos recomiendan aplicar el protector solar en todo el cuerpo, pero puedes dejar el tinte de color solo en el rostro.
Entre las fórmulas que existen están las minerales, químicas e híbridas; sin embargo, los bloqueadores físicos dejan un residuo blanco que puede no ser tan favorecedor en pieles morenas u oscuras. Ahí es donde los protectores solares con color son una buena alternativa, pues y emparejan el tono sin que se vea gris u opaco.