Cada año, el Pantone Color Institute selecciona un color que define la paleta global de tendencias, reflejando el estado del mundo, los avances tecnológicos y las emociones colectivas de la humanidad. Con la llegada de 2025, el mundo parece estar en un punto de inflexión, marcado por el deseo de reconstrucción, sostenibilidad y una renovada búsqueda de equilibrio entre lo digital y lo natural. El color Pantone de 2025, aún no oficial al momento de escribir esta nota, podría estar profundamente influenciado por esta narrativa global.
Si bien el color del año 2025 aún es incierto, podemos anticipar algunas tendencias que podrían guiar esta elección. A lo largo de los últimos años, Pantone ha optado por colores que simbolizan resiliencia y adaptación, como el «Very Peri» de 2022, un azul lavanda con matices morados, que celebraba la creatividad y la transformación digital. Para 2025, podríamos esperar un color que impulse sensaciones de calma, esperanza y armonía, aspectos que serán cruciales en la recuperación global tras los retos de las décadas anteriores.
Uno de los caminos más probables para el color de 2025 es la influencia de tonos naturales que buscan reconectar a las personas con el entorno. En los últimos años, el mundo ha visto un creciente interés por la sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente y la autenticidad de los materiales naturales. Colores inspirados en la tierra, la vegetación y los minerales podrían dominar la paleta, con matices que van desde los verdes suaves hasta los marrones cálidos, pasando por los colores terrosos y las tonalidades de madera envejecida. Mocha Mousse, por ejemplo, podría ser una elección interesante para 2025. Un tono de marrón suave y cálido, con un toque de beige y matices de café, que evoca confort y sofisticación, ideal para simbolizar un retorno a lo esencial, a la calma y la introspección. Este color no solo es accesible visualmente, sino que también ofrece una sensación de estabilidad, perfecta para un momento de transición en la sociedad.
A medida que la tecnología sigue transformando nuestras vidas, existe una creciente necesidad de volver a lo humano, lo emocional. El color Pantone de 2025 podría reflejar esta necesidad de conexión, utilizando tonos suaves y acogedores que favorezcan la interacción personal, la reflexión y la armonía colectiva. Los tonos cálidos y suaves, como el coral o el terracota, pueden evocar una sensación de cercanía y pertenencia, mientras que los colores más fríos y neutros, como el gris suave o los azules suaves, pueden crear ambientes de calma y serenidad.
El color del año 2025 podría también estar estrechamente vinculado a la necesidad de recuperación emocional y social tras los desafíos de los últimos años. La humanidad busca reconstruir la esperanza, el optimismo y la unidad después de las crisis que marcaron las décadas anteriores. En este sentido, los colores suaves y luminosos, como los pasteles cálidos o los tonos dorados, pueden simbolizar un renacer lleno de luz y posibilidades. Colores como el amarillo mostaza, el rosa pálido o el melocotón pueden ser representaciones visuales de un futuro en el que la reconciliación y la paz sean primordiales.
Otro aspecto clave para el color Pantone de 2025 será la influencia de la diversidad cultural y la inclusión. Con el aumento de movimientos globales que exigen equidad y justicia social, es posible que el color elegido para este año promueva una visión inclusiva, celebrando la diversidad humana y la pluralidad de experiencias. Esto podría reflejarse en una paleta que combine una amplia gama de tonos, desde los más neutros hasta los vibrantes y audaces, simbolizando la riqueza de diferentes culturas, perspectivas y voces.
En definitiva, el color Pantone de 2025 se anticipa como una manifestación visual de los anhelos colectivos de un mundo más consciente, equilibrado y esperanzador. Ya sea que el color elegido evoque la suavidad de los tonos tierra, la serenidad de los azules suaves o la innovación de los matices metálicos, lo cierto es que reflejará el momento histórico que estamos viviendo. Un momento en el que el mundo se reconfigura y donde el color, como siempre, es un medio poderoso para comunicar nuestras emociones, aspiraciones y valores más profundos.