A estas alturas, es imposible no saber quien es Stella McCartney, a lo largo de los años llevar su apellido significó, por mucho, una infinidad de posibilidades tanto buenas como malas, sin embargo, ha sabido demostrar que es solo más que un apellido con su estilo único.
Stella McCartney es una de las diseñadoras más influyentes del mundo de la moda contemporánea, conocida por su enfoque innovador, sostenible y ético. Nacida el 13 de septiembre de 1971 en Londres, es hija del ex-Beatle Paul McCartney y de la fotógrafa y activista Linda McCartney. Desde sus inicios, Stella se ha destacado por romper esquemas dentro de la industria, combinando estilo sofisticado con un compromiso profundo hacia el medio ambiente y el bienestar animal.
Graduada del prestigioso Central Saint Martins College of Art and Design, McCartney debutó con una colección aclamada por la crítica en 1995. En 2001 lanzó su marca homónima en asociación con el grupo Kering (entonces Gucci Group), y rápidamente se posicionó como una diseñadora de vanguardia. Su sello distintivo: una moda libre de cuero, pieles y otros materiales de origen animal, una postura inusual —y valiente— en una industria históricamente asociada con estos insumos.
Además de sus colecciones prêt-à-porter, Stella ha colaborado con grandes nombres como Adidas, H&M y recientemente con la plataforma de lujo Mylo™, que produce cuero vegano a base de hongos. Sus diseños han vestido a celebridades como Meghan Markle, Rihanna y Gwyneth Paltrow, y ha sido una voz influyente en temas de sustentabilidad, liderando iniciativas que promueven la transparencia y la economía circular en la moda. Con premios, reconocimientos internacionales y una creciente influencia política en cuestiones ambientales, Stella McCartney no solo diseña ropa: representa una nueva visión de la moda donde el lujo, la ética y la innovación pueden —y deben— ir de la mano.
Más allá de las pasarelas, Stella McCartney también ha sido una voz activa en foros internacionales sobre sostenibilidad y consumo responsable. Su influencia ha sido clave para que la industria de la moda —una de las más contaminantes del planeta— comience a replantear sus prácticas hacia modelos más respetuosos con el medio ambiente. Stella McCartney representa una nueva generación de diseñadores que no solo busca vestir al mundo con estilo, sino hacerlo de manera consciente, empática y duradera.