Three Cheers for Sweet Revenge fue el segundo álbum de My Chemical Romance y el primero con una gran disquera (Reprise Records). Venían de su debut independiente I Brought You My Bullets, You Brought Me Your Love (2002), un disco crudo y conceptual, pero Three Cheers… fue otra cosa: más pulido, más potente, más peligroso.
Producido por Howard Benson, el disco no escatimó en intensidad: guitarras afiladas, baterías explosivas, coros desgarradores y una narrativa que se sentía salida de un cómic gótico. Gerard Way, vocalista y principal letrista, supo canalizar el dolor personal (la muerte de su abuela, los ataques de pánico, la crisis post-11S) en una historia de venganza, muerte y redención, al mejor estilo de una ópera punk.
El disco es semi-conceptual: un hombre pierde a su esposa en un tiroteo y hace un pacto con el diablo para reunir 1,000 almas a cambio de traerla de vuelta. Aunque el hilo narrativo no es explícito en cada canción, el tono emocional conecta cada pista con una sensación de pérdida, culpa, rabia y amor post mortem. Visualmente, el arte de la portada —dos amantes sangrientos, ilustrados por el propio Gerard Way— se convirtió en un ícono inmediato. Era la época en que los CDs eran objetos de culto, y Three Cheers… lo aprovechó al máximo con su estética de cómic noir, teatral y poética.
Three Cheers… vendió más de 3 millones de copias solo en EE.UU. y fue disco de platino en varios países. Pero su verdadero impacto no fue comercial, sino cultural; redefinió el emo junto a bandas como Fall Out Boy y The Used, MCR elevó el emo más allá de lo introspectivo, llevándolo a terrenos teatrales y épicos, inspiró a una legión de fans: El «MCRmy», como se autodenomina su comunidad, no solo escuchaba su música sino que vivía su estética, su ética, su catarsis, abrió paso a un sonido híbrido como el Punk, hardcore, glam rock, metal, screamo y pop, los cuales coexistían en un equilibrio tan inestable como magnético, fue puente para el arte visual de Gerard Way que, además de músico, es dibujante de cómics (creador de The Umbrella Academy) y siempre planteó a MCR como una banda visual. Three Cheers… fue el primer gran despliegue de ese enfoque transmedia.
En 2024 y 2025, My Chemical Romance ha celebrado el 20º aniversario del álbum con reediciones en vinilo rojo sangre, versiones deluxe con demos y tomas en vivo, y una gira conmemorativa que incluye la interpretación completa del álbum en festivales como When We Were Young y Reading & Leeds. Además, han anunciado un documental en producción, centrado en la creación del disco y su impacto cultural. Los fans, tanto veteranos como nuevos, han revivido con pasión cada línea, cada grito, cada compás.
Dos décadas después, Three Cheers for Sweet Revenge sigue resonando porque habla de emociones que no envejecen: la pérdida, la ira, la identidad, el dolor amoroso, el deseo de redención. Es un disco que no solo se escucha, se siente, se vive. Para muchos, no es solo un álbum: es el momento exacto en el que se sintieron vistos.